En estos tiempos, en los que priman los intereses comerciales y los proyectos de jardinería ‘austeros’, sorprenden propuestas como la de Paisajismo Urbano. Que una empresa dedique años al estudio de hongos micorrícicos y cómo interactúan con las raíces de las plantas no es demasiado común. Exige dedicación así como una visión global y transversal de cómo funciona un ecosistema. Lo asegura Ignacio Solano, biólogo y gerente de esta empresa alicantina que patentó, hace un año, una fórmula de bacterias provenientes de Madagascar. Junto a una buena selección de especies y un riego adecuado, el propósito, con la aplicación de este ‘cóctel’ es ambicioso: convertir un jardín vertical en algo “eterno”, según Solano.
“Un jardín vertical es un elemento vivo, que es necesario mantener, no reponer. Es posible hacer una pared verde que perviva en el tiempo”. Quien habla así es Ignacio Solano, biólogo y gerente de la empresa Paisajismo Urbano, especializada en jardines verticales y azoteas ajardinadas. Ello se debería a un compendio de factores que harían un “todo” y podrían hacer de cualquier muro vegetal, un sistema “eterno”. Por ejemplo, una buena selección de especies vegetales, un sistema de riego correcto que controle los parámetros químicos del agua, dedicación y cuidado, y lo último, un ‘cóctel’ de hongos y bacterias de Madagascar que fortalecería a las plantas.