“Donde hay un berciano, hay un Botillo”, subrayan desde el Consejo Regulador de la I.G.P. Botillo del Bierzo. Y es que pocos manjares gastronómicos están tan arraigados a la tierra donde se elaboran como este embutido originario del Bierzo, la mayor de las comarcas leonesas. En octubre del año 2001, se inscribía en el Diario Oficial de la Unión Europea, y con arreglo al Reglamento (CE) nº 2081/92, para la concesión del Botillo del Bierzo como Indicación Geográfica Protegida. Pocas cosas han cambiado desde la obtención de la marca de protección comunitaria, ya que este peculiar embutido aún se elabora de manera tradicional. Embajadores como el popular periodista Luis del Olmo se han encargado de que el Botillo atesore fama merecida en todo el país.
Del Botillo se ha dicho de todo. “Que si resucita a los muertos, que si mata a los vivos, que si fue plato de obispos y reyes, que si es un plato de párate y tente tieso…”. Opiniones hay para todos los gustos. Lo que sí está claro, y los afortunados que hemos tenido la oportunidad de degustarlo sabemos de qué hablamos, es que se trata de un auténtico deleite gastronómico.