“Frutado, con ligero sabor a manzana, verde herbáceo, muy poco amargo y picante, de sabor dulce”. Desde el Programa Europeo de Promoción de los Aceites de Oliva definen así las principales cualidades sensoriales del aceite arbequina, fruto de la aceituna del mismo nombre. Este aceite, uno de los 10 monovarietales más importantes en nuestro país. El aceite arbequina está de moda, y así lo recalcan desde Oro Líquido, una tienda especializada en aceites en pleno barrio Gótico barcelonés. “Aunque no tenemos un número fijo de marcas, ya que depende de cómo ha ido la cosecha, en estos momentos tenemos unas 70 referencias de arbequina”, asegura Paula Cifuentes, encargada del local.
El aceite de oliva arbequina está en boca de todos. El porqué de su éxito, sobre todo en Cataluña, obedece a varios factores. Desde Oro Líquido, una tienda barcelonesa especializada en aceites, nos explican algunos de ellos: “El arbequina es más fácil de producir que otros aceites de oliva, aunque rinde menos. Me explico: se necesitan más kilos de aceitunas para elaborar un litro de arbequina, pero su producción es más generosa. Esta variedad se adapta bien a la climatología, sea cual fuere, es resistente a los factores externos, como plagas, etcétera. Por eso, se cultiva en varias zonas del país”, argumenta Paula Cifuentes, encargada del local. Por su parte, desde el Programa Europeo de Promoción de los Aceites de Oliva opinan que la expansión viene propiciada por ser prácticamente la única variedad que se adapta al cultivo en seto, lo que implica una altísima densidad de plantas por hectárea. Básicamente, el cultivo de Arbequina es muy mecanizado, de forma que la recolección se realiza con una cosechadora similar a la que se emplea en el viñedo.